«Vuélvete a Windows», me decía quien me introdujo en Linux cuando veía que algunas cosas se me atragantaban y quería hacerlo como en el sistema de Microsoft. También me decía que «Linux no es Windows», y eso es así para lo bueno y para lo malo. Lo malo es que hay cosas que en otros sistemas es muy sencillo y en los basados en Linux no lo es tanto, como crear archivos .desktop, también conocidos como accesos directos.